Viaje en el tiempo

Autor: Alex Benítez

Iba caminando por la calle dirigiéndome a mi casa hasta que me encontré con un señor con una capucha. Era viejo y parecía que estaba muy cansado o herido, ya que su ropa estaba toda rota. El señor me vio y me llamó para darme algo importante, pero yo le dije que iba apurado, ya que tenía que llegar a mi casa y bañarme para ir al cumple de mi abuelo.

Solo le hice caso y me dio un aparato raro que me podía hacer viajar en el tiempo. El señor me dijo que ya estaba muriendo (no me dijo qué le pasaba o que busque ayuda) y que solo debía viajar unas semanas antes e ir a mi terraza a las 3 de la tarde.

A esa hora, recuerdo que todos estábamos durmiendo, pero el señor me dijo que mi tío tramaba algo malo y que iba a asesinar a mi abuelo ese día, o sea, en su cumpleaños, que era en 20 minutos. Solo le tenía que hacer caso.

Luego de explicarme cómo se viaja y todo eso, yo viajé, ya que me dijo que él intentó detenerlo de forma pacífica y mi tío lo dejó todo herido. También descubrió lo que estaba planeando porque mientras trataban de que todo saliera bien, mi tío le contó su plan.

Viajé, y con cuidado fui hacia mi terraza para ver si mi tío estaba ahí. Lo encontré con un extraño planeando la muerte de mi abuelo, ya que si mi abuelo moría, todo pertenecería a mi tía, o sea, su hija.

Grabé la conversación y me fui a mostrarle todo a mi familia luego de que despertaran, aunque ellos parecían confundidos, ya que no creían en los viajes en el tiempo. Pero yo tenía varias pruebas de que sí se podía y que todo lo que les mostraba era cierto.

Con todo lo que había hecho solo me quedó esperar a que llegara el cumple de mi abuelo y atrapar a mi tío. El señor (que resultó ser mi abuelo) me dijo el momento exacto en que todo ocurriría y tuvimos que vigilarlo hasta que vimos que empezó a sacar un arma lentamente, aunque eso no era problema porque ya estábamos preparados.

Seguro se preguntarán por qué no lo atrapamos antes. No lo hicimos porque mi familia no me creía que mi tío sería capaz de hacer eso, aunque para no correr riesgos nos tuvimos que preparar, así que les dije todo lo que debían hacer.

Llevé a mi abuelo adentro ya que lo tenía que poner a salvo. Eso obligaría a mi tío a entrar a la casa donde estaban los que lo atraparían, y tenía que tratar de que los que estaban afuera no se enteren.

Mi tío lo apuntó con el arma y empezó a preguntarle por qué si moría no le dejaría el dinero a él. Lo atraparon policías que también estaban escondidos. Le dijeron que bajara el arma, aunque los policías solo lo arrestaron y lo llevaron a la cárcel.

Después de que todo esto sucediera, todos estaban tranquilos y el día continuó normalmente. Además, yo me había quedado con el aparato y si hacía algo mal, como rendir, podía viajar al pasado y saberme todas las respuestas.

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