Autora: Mia (4° grado)
Había una vez una niña llamad Emily. Ella tenía 18 años, era alta, pero no tanto, rubia con mechas moradas, de ojos verdes. Era muy buena, amigable y respetuosa.
Un día, ella fue con su amiga al zoológico. Más tarde su amiga fue a comprar agua, mientras Emily miraba a un elefante. De repente, el elefante se despertó.
Ella corrió y corrió hasta que llegó a casa sana y salva, luego les contó todo a sus padres, pero no le creyeron. Ella les dijo un millón de veces, pero nunca le creyeron, jamás. Después le contó a toda la clase, pero nadie le creyó. Solo su amiga le creyó porque ella estuvo allí.
Había una vez una niña llamad Emily. Ella tenía 18 años, era alta, pero no tanto, rubia con mechas moradas, de ojos verdes. Era muy buena, amigable y respetuosa.
Un día, ella fue con su amiga al zoológico. Más tarde su amiga fue a comprar agua, mientras Emily miraba a un elefante. De repente, el elefante se despertó.
Ella corrió y corrió hasta que llegó a casa sana y salva, luego les contó todo a sus padres, pero no le creyeron. Ella les dijo un millón de veces, pero nunca le creyeron, jamás. Después le contó a toda la clase, pero nadie le creyó. Solo su amiga le creyó porque ella estuvo allí.
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