Autor: Enzo Rojas
Había una vez...
Un joven de pelo castaño, era muy buena persona, no se enojaba tan fácilmente, pero cuando llegaba a enojarse era difícil reconciliarse. Una vez fue a un bosque a cazar y encontró una choza extraña en medio del bosque, se acercó para averiguar, pero al final no encontró a nadie, entró a la choza, como si fuera suya, pero cuando entró, sintió que alguien lo estaba vigilando.
Fue caminando por toda la casa aunque en todo momento tenía la misma sensación, llegó un momento en el que el joven sentía unos ojos pegados a su nuca y se dio la vuelta asustado y encontró, por las sombras, a una silueta extraña, la cual, se lanzó hacia él, lanzó un hechizo que hizo que se teletransportara a una parte del bosque que nunca se lo había cruzado, caminaba y caminaba buscando ayuda, pero luego de un tiempo se dio cuanta de que estaba caminando en círculo.
Trepó un árbol y vio un camino diferente, fue hacia él, era como un campo vacío por el que iba caminando, luego de estar caminando unos 3 minutos encontró un letrero a lo lejos, desde donde estaba intento leerlo, lo leyó y no supo que hacer, estaba en un campo minado, no tenía ninguna manera de saber donde se encontraban las minas, fue volviendo lentamente y escuchó un ruido muy extraño y muy agudo, lo cual, no supo que era.
De un momento a otro vio como si se teletransportara unos metros lejos y a salvo, y vio como exploto una mina. Luego de eso, pensó, pudo haber sido algún de los efectos secundarios de el hechizo que me lanzó el mago. luego fue oscureciendo y cada segundo que pasaba tenía menos visibilidad, cuando oscureció tanto que ya no podía ver, pensó, y si tengo poderes de fuego, probó y probó, hasta que lo logró, sorprendido, grito —¡Tengo poderes de fuego!—, luego de unas horas llegó a su aldea y le contó todo lo que le sucedió en su viaje de caza. Nadie le creyó aunque el siempre lo aseguraba, un día se enojó, y empezó a quemar cosas para demostrarlo, al final dijo —Lo único que quería era demostrar que pueden confiar en mi, que nunca les mentiré—.
Había una vez...
Un joven de pelo castaño, era muy buena persona, no se enojaba tan fácilmente, pero cuando llegaba a enojarse era difícil reconciliarse. Una vez fue a un bosque a cazar y encontró una choza extraña en medio del bosque, se acercó para averiguar, pero al final no encontró a nadie, entró a la choza, como si fuera suya, pero cuando entró, sintió que alguien lo estaba vigilando.
Fue caminando por toda la casa aunque en todo momento tenía la misma sensación, llegó un momento en el que el joven sentía unos ojos pegados a su nuca y se dio la vuelta asustado y encontró, por las sombras, a una silueta extraña, la cual, se lanzó hacia él, lanzó un hechizo que hizo que se teletransportara a una parte del bosque que nunca se lo había cruzado, caminaba y caminaba buscando ayuda, pero luego de un tiempo se dio cuanta de que estaba caminando en círculo.
Trepó un árbol y vio un camino diferente, fue hacia él, era como un campo vacío por el que iba caminando, luego de estar caminando unos 3 minutos encontró un letrero a lo lejos, desde donde estaba intento leerlo, lo leyó y no supo que hacer, estaba en un campo minado, no tenía ninguna manera de saber donde se encontraban las minas, fue volviendo lentamente y escuchó un ruido muy extraño y muy agudo, lo cual, no supo que era.
De un momento a otro vio como si se teletransportara unos metros lejos y a salvo, y vio como exploto una mina. Luego de eso, pensó, pudo haber sido algún de los efectos secundarios de el hechizo que me lanzó el mago. luego fue oscureciendo y cada segundo que pasaba tenía menos visibilidad, cuando oscureció tanto que ya no podía ver, pensó, y si tengo poderes de fuego, probó y probó, hasta que lo logró, sorprendido, grito —¡Tengo poderes de fuego!—, luego de unas horas llegó a su aldea y le contó todo lo que le sucedió en su viaje de caza. Nadie le creyó aunque el siempre lo aseguraba, un día se enojó, y empezó a quemar cosas para demostrarlo, al final dijo —Lo único que quería era demostrar que pueden confiar en mi, que nunca les mentiré—.
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